Joining Forces: un llamado global por la niñez  
febrero 3 2021

Joining Forces: un llamado global por la niñez  

La Alianza Joining Forces que está integrada por seis organizaciones líderes que trabajan por la niñez, entre estas Aldeas Infantiles SOS Colombia, recientemente publicó el informe "Children’s Right To Be Heard: We’re Talking ¿Are You Listening?". Conoce aquí el contexto que nos plantea este informe frente a la participación de los niños y niñas del mundo. 

Una alerta sobre la participación de la niñez 

Este 2021 comienza con niños y niñas en todo el mundo que siguen enfrentando las dificultades resultantes de la pandemia que se presentó en el 2020. 

La crisis hizo que aumentará la violencia, el hambre, el trabajo infantil, el matrimonio infantil y la deserción escolar. También redujo las oportunidades para que los niños y niñas participaran en espacios donde promover su derecho a ser escuchados. 

Necesidad de reconocer las voces de la niñez 

Dentro de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible se afirma que los Estados miembros deben reconocer a los niños como agentes de cambio, y ofrecer una oportunidad para acelerar la consecución de este derecho.   

Porque es un hecho, cuando los niños tienen la oportunidad de compartir sus opiniones demuestran su capacidad de promover su protección, la intención de poner fin a la violencia contra ellas y ellos, fomentar estructuras sociales más receptivas, así como desarrollar comunidades mejores para ellos y para las nuevas generaciones. 

Sin embargo, las leyes globales, la falta de recursos, así como de empatía y apoyo de los adultos suelen ser impedimentos para una participación significativa de niños y niñas. 

Agentes de cambio 

No obstante, la crisis demostró que no pudo detener la determinación de niñas y niños para que sus voces sean escuchadas y movilizar así acciones de cambio, además, de resaltar la importancia de comprender y aprender de la experiencia de cada uno de ellos y ellas. 

Los niños tienen derecho a participar en las decisiones que afectan sus vidas y a que los tomadores de decisión les escuchen y tengan en cuenta sus opiniones. Este es un derecho que ha reforzado, por ejemplo, la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. 

Situaciones de vulnerabilidad 

Los niños y niñas que viven en situaciones de vulnerabilidad como aquellos con discapacidades, sin cuidado parental, pertenecientes a comunidades indígenas, entre otros, enfrentan barreras e impedimentos que dificultad su participación, haciendo que pierdan la oportunidad de ser responsables de la toma de decisiones, exponiéndoles, aún más, a situaciones de vulnerabilidad. 

Aunque los escenarios digitales ofrecen posibilidades de participación a niños y niñas, también es una realidad que estas tecnologías conllevan a riesgos como el acoso y el abuso en línea. Además, otro de los agravantes es la brecha digital que enfrentan algunos niños y niñas que no cuentan con electricidad en sus hogares o con acceso a tecnologías de la información y comunicación, esto se traduce en una desigualdad frente a su derecho a ser escuchados. 

En el contexto de la pandemia la exclusión digital se hizo evidente y dejó claro su impacto masivo en los países donde niños y niñas no tienen acceso a estos recursos. Esto no solo obstruye el derecho a la participación, sino la garantía de otros derechos como el de la educación. 

Escuchemos las voces de niñas y niños del mundo 

Durante la preparación de este informe, niños y niñas de todo el mundo compartieron sus pensamientos y experiencias, siendo una oportunidad para que se reconozcan y apoyen las acciones claves para garantizar los derechos de niñas y niños en todo el mundo. Estas son algunas esas voces: 

  • “Nuestros derechos incluyen el derecho a educarnos, a ser protegidos y a expresarnos sobre los temas que nos afectan", Dora, niñas de 16 años, Zambia. 

  • "Entendemos lo que es correcto y lo que no lo es. Mi mensaje para los adultos es que por favor nos permitan participar", Farhana, niñas de 17 años, India. 

  • "Los adultos no están escuchando, no nos preguntan sobre lo que creemos que sea mejor para nosotros, piensan en lo que es mejor para ellos" Diana, niña de 16 años, Bolivia.