Cultivando lazos de amor
junio 17 2020

Cultivando lazos de amor

En la Aldea de Rionegro, los niños y niñas viven momentos de infancia feliz cuidando y protegiendo huertas caseras, mientras tejen lazos de unión con sus hermanos, tías y mamás SOS.

Las huertas caseras, fueron implementadas por Francisco, un joven independizado de Aldeas Infantiles SOS que, debido a sus estudios agropecuarios, decidió comenzar a cultivar en la Aldea de Rionegro. A él se unieron algunos participantes que vieron la importancia de sembrar ya que se podrían obtener varios alimentos a partir de allí. Para Francisco, temas como la tierra, cultivos y la misma naturaleza eran más cercanos debido a que había crecido en el campo. Por el contrario, algunos de los participantes de la aldea, estaban más alejados, sin embargo, este no fue un impedimento para que sintieran interés en el cuidado de la huerta y en la importancia de la misma. 

Esta estrategia ha servido como motor para ocupar el tiempo libre de los niños y niñas durante la cuarentena, pero, además ha significado una oportunidad para fortalecer los lazos afectivos a través del trabajo en equipo, la conciencia de cuidado y el manejo de emociones a través de la tierra. Por esto, el sentido de unión como familia y comunidad se ha intensificado y teje cada día lazos de amistad y a su vez permite la reflexión del cuidado de sí mismo y del entorno. 

La vinculación de los jóvenes a esta actividad se ha logrado gracias a las estrategias lúdico-pedagógicas que se implementan dentro de la Aldea, a través de juegos, conversaciones y experiencias sensoriales, que permiten a los participantes sentirse motivados e incentivados a participar. “una de las estrategias que utilizamos fue que los niños llevaran una planta y la sembraran afuera de su casa. Así nos dimos cuenta que los niños y las niñas se estaban comenzando a interesar y se preocupaban por cuidarla” comenta Aura, colaboradora de la Aldea de Rionegro. 

Hoy, en el programa, continúa la labor de sensibilización y conciencia del cuidado de las plantas y la naturaleza. Al compartir en la huerta, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, se convierten en cuidadores y replicadores de la iniciativa y motivan a los demás a hacer parte de las actividades. 

#IniciativasSOS