“Nunca un golpe e infringir dolor serán un mecanismo para demostrar amor”, Paola Rueda, asesora nacional de protección en Aldeas.
abril 23 2020

“Nunca un golpe e infringir dolor serán un mecanismo para demostrar amor”, Paola Rueda, asesora nacional de protección en Aldeas.

En Colombia, tradicionalmente, se ha naturalizado el golpe como una estrategia de crianza para educar a los niños y las niñas, desencadenando problemas en su desarrollo integral. Hoy, a raíz del aislamiento obligatorio, los casos de maltrato infantil aumentan, afectando, en promedio, a dos niños o niñas por hora.

Paola Rueda, asesora nacional de protección infantil de Aldeas Infantiles SOS nos cuenta cuáles son las implicaciones del maltrato infantil y cómo podemos prevenir que los casos aumenten.

Según el último informe presentado por Alianza por la Niñez, las madres, los padres y padrastros son los principales responsables del maltrato infantil ¿Esto a qué se debe y qué implicaciones tiene en el desarrollo de los niños y las niñas?

Indudablemente en el entorno familiar, es donde los niños y las niñas experimentan situaciones de maltrato y abuso. Esto se debe a varias razones: hay familias que están conformadas por adultos que vivieron una crianza hostil marcada por vivencias de desatención afectiva, negligencia y demás tipos de abuso. Estos adultos ahora son padres y madres, y al haber tenido ese tipo de experiencias, hoy, en su rol como padres, cuentan con capacidades débiles para brindar una crianza adecuada a sus hijos e hijas. Por otra parte, no podemos perder de vista que hay familias que tienen condiciones específicas, como problemas a nivel de salud mental y también familias con adultos consumidores de sustancias psicoactivas, lo que pone en un mayor riesgo a la niñez.

Ahora bien, en este momento, tenemos un contexto especifico: el COVID-19. Hoy, hay muchas familias que están experimentando una serie de tensiones por diversos motivos, la pérdida de sus trabajos o el acceso limitado para suplir sus necesidades básicas como la seguridad alimentaria.
Esto incrementa las tensiones en la familia y un manejo débil de la frustración, generando que, seguramente, los adultos no vayan a tolerar los comportamientos de sus hijos e hijas y vayan a reaccionar de manera violenta.

El impacto en el desarrollo de los niños y las niñas es muy fuerte, no es lo mismo que te agreda una persona extraña a que te agreda tu propia familia, y esto evidentemente ocasiona daños a nivel afectivo, cognitivo y social.

Según el Instituto Nacional de Medicina Legal, la violencia contra la niñez se produce en el desarrollo de actividades relacionadas con el cuidado diario ¿cómo  prevenir que esto ocurra dentro de los hogares durante la cuarentena? 

La prevención hace un llamado muy importante a las instituciones de protección de la niñez y a la familia, porque justamente están llamadas a definir de manera urgente campañas que pongan este tema de manera intencionada a nivel público generando conciencia en las familias y la ciudadanía acerca de estas situaciones. Prevenir implica alertar de manera urgente que esto, en  medio de la pandemia y el aislamiento, está generando un riesgo para los niños y las niñas. En los hogares, todo adulto que tiene la responsabilidad del cuidado de un niño o niña, debe tomar mayor conciencia del momento que estamos viviendo y entender que debe tratar de no perder el control y por el contrario debe disponerse emocionalmente para atender a sus hijos e hijas, teniendo en cuenta que los niños necesitan desfogar su energía y que van a tener comportamientos tanto de alegría y de querer saltar y correr, pero también de sentirse frustrados y ansiosos. Esta concientización, garantiza que los niños y las niñas se sientan seguros y protegidos bajo su cuidado.

Teniendo en cuenta que solo el 30% de los casos de maltrato infantil en Colombia son denunciados ¿cómo motivar a la sociedad a denunciar y a volver del maltrato infantil un asunto más visible?

Invitando a la sociedad a que se sensibilice frente a la protección de los niños y las niñas, independientemente de si son conocidos o no, para que denuncien los casos de los que son testigos, entendiendo que todos los niños y las niñas merecen ser cuidados, amados y respetados. También instando al Estado para que, a través de sus instituciones, garantice cuerpos especializados de atención a la infancia, para que haya celeridad en la justicia y que esta se centre en el interés superior del niño. En la medida, en que comiencen a implementar estas acciones, la ciudadanía va a ser capaz de reaccionar de manera más oportuna ante un caso de desprotección.

 

¿Cómo desnaturalizar el golpe o el grito como la estrategia "adecuada" de crianza?

Nunca un golpe e infringir dolor serán un mecanismo para demostrar amor, educar y cimentar valores. Cuando los adultos recurren al golpe, no se puede decir que ese golpe se da con amor, el golpe definitivamente es agresión, la agresión produce dolor y el dolor genera una huella negativa en los niños y niñas, que están entendiendo, a través de esa acción, que es viable resolver cualquier conflicto causando daño al otro. En Colombia, tradicionalmente, el uso de la fuerza ha sido utilizado como un mecanismo para lograr cosas y la crianza no se ha escapado de ello, cuando tenemos espacios de reflexión con las familias, hemos evidenciado que los adultos reproducen sus experiencias de crianza cuando eran niños con sus hijos e hijas y esto es lo que debe cambiar. Lo importante es que los adultos cuenten con estrategias de crianza mucho más sanas que les garanticen que sus hijos se van a poder desarrollar de manera íntegra, fuera de cualquier tipo de violencia.

 

¿Dónde y cómo se pueden denunciar los casos de maltrato infantil?

En este momento hay varias líneas de atención dispuestas. Las denuncias, se pueden realizar dejando los datos o de manera anónima, esto es importante saberlo para incentivar las denuncias. De la misma manera, es vital que como ciudadanos identifiquemos cuáles son esas líneas que han dispuesto las instituciones locales en cada uno de los territorios de Colombia.

 

Líneas de atención:

Línea gratuita nacional ICBF:  018000918080

Línea exclusiva de protección a los niños, niña y adolescentes: 141

Whatsapp: 320 239 16 85/320 865 54 50/ 320 239 13 20 

Línea púrpura (Bogotá): 018000112137

Línea de orientación a mujeres víctimas de violencia: 155

Línea de Emergencia Nacional: 123

Línea de denuncias de violencia intrafamiliar, violencias de género y violencia sexual: 122

https://teprotejo.org/