“Lo que me motivo para ser donante de Aldeas Infantiles fue y sigue siendo el sentimiento de bondad, consiente que a través del aporte es posible brindarle condiciones dignas a los niños/niñas de crecer en ambientes sanos, queridos y bien tratados, que a futuro sean jóvenes y ciudadanos felices, óptimos, agradecidos y multiplicadores de la bondad recibida.”