Sólo siete semanas antes de la fecha fijada para la división del Sur de Sudán como un país independiente, se han reactivado las tensiones entre el norte y el sur, concretamente en la región disputada de Abyei, la frontera malamente definida.
Entre 60.000 y 80.000 personas, principalmente mujeres y niños, han huido de la zona. Los programas de Aldeas Infantiles SOS están lejos de la zona del conflicto, pero la organización está vigilando estrechamente la evolución de la situación.
Los conflictos armados han vuelto a surgir en la región disputada de Abyei, en la frontera entre el norte y el sur de Sudán. La población de Abyei y de varios pueblos de la zona, han huido al sur después de los tiroteos y del saqueo masivo de tiendas y hogares. Se estima que entre 60.000 y 80.000 personas, principalmente mujeres y niños, están moviéndose a pie, sobre carreteras que se han convertido en ríos de barro tras el comienzo de las lluvias. La humedad también aumenta el riesgo de enfermedades que amenazan especialmente a los niños, como infecciones respiratorias y diarreas.
Una lucha para hacer llegar la ayuda
Debido a la parada casi absoluta del comercio entre el norte y el sur de Sudán, además de la falta de combustible y el estado catastrófico de las carreteras, es un gran problema y una lucha hacer llegar la ayuda de emergencia a la población desplazada. Las comunidades, que se han convertido en casas de acogida para decenas de miles de refugiados, casi no les pueden ofrecer nada, ya que sus recursos eran de por sí limitados antes de ésta nueva crisis.
Seguridad en la Aldea Infantil SOS, aunque en alerta
La Aldea Infantil SOS de Malakal, en el Estado del Nilo Alto, está a 250 kilómetros de la frontera norte-sur y a varios cientos de kilómetros de Abyei. A pesar de la gran distancia, se está manteniendo una situación de alerta en las Aldeas de Malakal en el sur y la de Karthoum en el norte, con contactos telefónicos diarios entre ambas. También se reforzó la seguridad de la Aldea de Malakal después de que en marzo, entrara en ella una milicia y los niños fueran llevados de forma temporal a un hotel en el centro de la ciudad.
Preocupaciones por la seguridad alimenticia
Los trabajadores de Aldeas Infantiles SOS están siendo especialmente cuidadosos con respecto a la seguridad alimenticia en Malakal. Los precios de productos esenciales, tanto alimentos como otros, han subido entre un 30 y un 50 por ciento. El impacto es significativo, porque el mercado depende de los productos proporcionados desde el norte de Sudán. Además los comerciantes se muestran reacios a guardar grandes cantidades de productos en sus almacenes, por el riesgo de saqueos en momentos de inestabilidad política. Así, los conflictos sobre la próxima separación del norte y sur de Sudán pueden provocar que cada vez sea más difícil la pesca, la recolección de plantas acuáticas y el acceso a los mercados locales.