Nos reunimos con Lizeth Ramos, asesora nacional de desarrollo de familias, y Sol Mejía, coordinadora del servicio de familias de acogida del programa Valle del Cauca, para hablar sobre la importancia de la familia en el crecimiento de niños y niñas. Lee sobre este tema en este artículo.
¿Cuál es la importancia de la familia en el crecimiento de los niños y niñas?
La importancia de la familia en el crecimiento de niños y niñas es central, ya que este es el primer espacio de socialización de todo individuo, teniendo un papel primordial en la introducción a la cultura, la apropiación de valores y el aprendizaje que se va generando en los primeros años. ”Es allí donde aprenden las nociones claves que les permitirá a niños y niñas, adolescentes y jóvenes que a futuro desarrollen proyectos de vida autónomos e independientes”, comenta, Sol Mejía.
Así mismo, Lizeth Ramos resalta que la familia como primer espacio de socialización de los individuos, funciona como un sistema, en ese sentido, anota que si hay algún cambio en alguno de sus integrantes este impactará el sistema familia, por ejemplo, cuando un niño pasa a ser adolescente, es un cambio individual que impacta al sistema familiar, ya que esto genera nuevas demandas, necesidades y oportunidades de desarrollo. Es importante que ante estas situaciones de transición la familia se adapte, teniendo claridad frente a las etapas de desarrollo o que actúen con sentido, propiedad y responsabilidad, ya que de esta forma el crecimiento o los cambios también se darán de esa manera.
También es clave que la familia tenga unas bases muy sólidas desde el apoyo y la comprensión, que se caracterice por una mirada amplia sobre lo que experimentan sus integrantes en aspectos como la salud, lo social o económico, ya que todo lo que pase en la familia impactará negativa o positiva en el crecimiento de los niños o las niñas.
Importancia de la familia en la autopercepción y desarrollo de la personalidad
Sol Mejía menciona que la familia es el primer espacio donde los vínculos se tejen, además, es necesario reconocer que todos los integrantes de la familia juegan un rol dentro de este espacio, es por ello que las palabras de afirmación o de desaprobación tendrán una incidencia fuerte en la autopercepción.
También es necesario conocer que los niños confían y creen en lo que dicen sus figuras referentes que acompañan su cotidianidad, siendo positivo o negativo frente a lo que están escuchando y recibiendo de estos referentes, ya que esto será lo que se va apropiando e instalando en la memoria de cada niño o niña, y lo que terminarán creyendo y reforzando en sus procesos de socialización.
Lizeth Ramos, añade que en sus años de experiencia en el acompañamiento de familias, la figura del adulto es siempre tomada como un ejemplo para niños, niñas y adolescentes: “Tanto en la construcción de autopercepción de lo que soy en mi familia, así como de lo que es bueno, por ejemplo, es de esta forma que si yo veo que mi papá se emociona con el futbol, me lleva al estadio, eso impactará en mi percepción de lo que es bueno y lo que me hace feliz, desde el ejemplo, y estará aportando en esa construcción de la autopercepción”.
¿Cuál es la importancia de la familia en el aprendizaje en valores?
Lizeth Ramos asegura que durante la primera infancia es importante la expresión del cariño, ya que la estimulación positiva que se da desde la familia impacta en un desarrollo sano así como en niñas y niños se sientan felices, seguros queridos y aceptados, y es que aquello influirá en generar buena autoestima, así como el deseo de proyectarse, de progresar y construir ciertos valores desde el cariño, respeto, de la felicidad: “porque si el niño recibe cariño y respeto de sus cuidadores será capaz de querer y respetar, si yo recibo el valor del respeto eso es lo que daré también, o en sentido negativo, si se recibe malos tratos esto es lo que se replicará uno ves se involucre en espacios de socialización como la escuela.”.
Por lo anterior, es tan importante que todos los valores que se fundamenten dentro de la familia sean lo más positivos, ya que es justamente aquello lo que la niña o el niño va a brindar en la sociedad, además, resalta “la importancia del amor, apoyo, seguridad emocional, ya que con estos valores puedo salir a socializar, me siento querido, tengo una buena socialización, junto con principios fundamentan tema de la personalidad y autoconocimiento.”
Igualmente, resalta Sol Mejía: “es central que desde la referencia los adultos orientadores permitan ser pero también hacer, ya que este aprendizaje se instala acompañando la vivencia de los años; igualmente, comenta es imprescindible que el hogar sea la primera red de apoyo donde se nos permite reconocer que no estamos solos, y saber que siempre necesitaremos a otros para dar paso a proyectos, ya que las elecciones individuales necesitan de otros personas que se vuelven red”
Recomendaciones para familias
Hay dos elementos que las familias deben tener en cuenta dentro del acompañamiento, comenta Lizeth Ramos, uno es el formarse sobre asuntos de crianza, acercándose a temas relacionados, por ejemplo: cómo se desarrollan niños y niñas, durante el embarazo qué está pasando, cuando nace el bebé leer sobre los primeros acercamientos de figuras cercanas.
Así mismo, es importante reconocer que la familia no solo es proveedora de necesidades básicas primarias, y, resalta la importancia de acompañar, proteger y cuidar a niños y niñas, ya que son ellos y ellas son el futuro de la sociedad, por eso, asegura Lizeth Ramos es necesario abrir la perspectiva con respecto a cómo asumimos el rol de la familia, que es no solo proveer necesidades básicas, sino acompañar el desarrollo integral de cada uno de los miembros de la familia.
¿Qué valores son imprescindibles que las familias cultiven y cuáles son sus impactos en el desarrollo de los niños y niñas?
Lizeth Ramos asegura que valores fundamentales para cultivar en el hogar son el respeto, el compromiso personal, por ejemplo, el “estar comprometido con mi familia, apoyar a quienes conviven conmigo, y que ese compromiso personal evite casos como la separación familiar, o la falta de cuidado mutuo, que se ven afectadas cuando solo me interesan mis necesidades básicas, por ello, es necesario cultivar desde el valor el compromiso personal. También resalto el tejer relaciones de manera íntima desde la reciprocidad, que soy corresponsable del cuidado, de las relaciones afectivas, así como incluir prácticas de transmitir afecto dentro de la familia”
Sol Mejía, añade que es importante cultivar el valor de la libertad, para justamente potenciar el desarrollo de niños, niñas, así como pensar en el fortalecimiento de habilidades sociales para empoderarles desde que están en la primera infancia, ello se ligará con escenarios y acompañamiento que según su edad les permitan asumir valores como libertad, responsabilidad y solidaridad, que les acompañarán para toda la vida.
Otra de las recomendaciones que realiza es “cada niño o niña es un mundo, es importante el reconocer la diversidad de ser y de hacer las cosas de manera distinta, no encasillar, sino acercarse desde el afecto, de la crianza positiva, así como que padres, madres y cuidadores tienen grandes retos para educar y criar en el tiempo que estamos en medio de realidades sociales, económicas”.
*Sol Alejandra Mejía Mejía: de formación Trabajadora Social de la Universidad del Valle con énfasis en Género y DDHH. Con experiencia en trabajo con mujeres, acompañamiento familiar y promoción y defensa de derechos de la infancia y la juventud. Colaboradora en la organización desde el 2014, actualmente es coordinadora del servicio de familias de acogida del programa Valle.
*Lizeth Ramos: profesional en Trabajo Social, especialista en derecho de familia con 8 años de experiencia en el área de familia y comunidad, 3 años en coordinación de proyectos sociales y comunitarios, apoyo a programas de primeria infancia y sistema de protección, orientación y gestión de alianzas para atenciones a niños, niñas, adolescentes, jóvenes y sus familias, implementación de procesos de acompañamiento psicosocial basado en enfoque de capacidades y desarrollo humano. Actualmente trabaja como Asesora nacional de desarrollo de familias en Aldeas Infantiles SOS Colombia.