Las mamás sustitutas: únicas y superpoderosas
mayo 13 2022

Las mamás sustitutas: únicas y superpoderosas

Hay mamás tan especiales que no solo son mamás para sus hijos, sino que se convierten también, en mamás de los niños y niñas que han perdido el cuidado familiar.​ Eso es ser una madre sustituta.

Para Bárbara, convertirse en una madre sustituta no fue una idea repentina. Llevaba años con la idea dándole vueltas en su cabeza, pero debido al trabajo de su esposo, que lo llevaba de aquí para allá, no había sido posible. Por eso, apenas él se pensionó, Bárbara reunió a sus hijos y a su esposo en la sala de su casa, y entre todos tomaron una decisión que les cambiaría la vida: abrir las puertas de su hogar a niños y niñas que requerían temporalmente de acogida y convertirse en una familia sustituta.

Desde entonces, ha pasado un año en el que Bárbara y su familia han vivido hermosos momentos y compartido con niños maravillosos. Su primera experiencia fue una de las más reveladoras. A casa llegaron dos hermanas, María*, de 14 años, y Rosita*, de 9. Para nadie es un secreto que los años de adolescencia son un reto, y por eso Bárbara se preparó para asumir lo que creía iba a ser un gran reto. ¡Pero se llevó una gran sorpresa!  María* era una niña tranquila, con una personalidad decidida y de naturaleza bondadosa. Desde pequeña había asumido el cuidado de su hermanita menor. Esto, sumado a su disposición natural, labró su carácter y la hizo una niña dedicada y más comprometida de lo común. Eso me conmovía mucho”, dice Bárbara, porque, aparte de que ella extrañaba a la mamá, su mente y su corazón vivían en su hermanita, porque ella era la que la cuidaba, ella estaba pendiente del medicamento, ella era la que la peinaba; o sea, ella era la mamá... Eso me marcó, ver ese amor que ella le tenía a su hermanita.”

Desde que conocieron a las dos hermanas, Bárbara y su familia han acogido a varios niños y niñas. Según ella, sus hijos son quienes más han aprendido de estas experiencias, porque han compartido con otros niños que han tenido historias de vida muy diferentes, y así han comprendido que, sin importar la edad o el origen de una persona, lo más importante es el cuidado, amor y apoyo de una familia. Para Bárbara, haberse convertido en una madre sustituta le ha cambiado la vida, y define su rol como “entregarse en cuerpo y alma porque usted es la mamá de esos niños… es ser una mamá completa, en cuerpo y alma.”

Otra mamá sustituta, Francy Yasmín, lleva un año y medio en el programa. En este momento vive con su esposo Alexander y con Andrés Felipe*, un niño divertido y amoroso que la llama “mamá”. Andrés Felipe* –o Andresito, como le dicen de cariño- fue el primer niño que Francy acogió en su casa, y él aún vive con ella. Recientemente, la familia de Francy acogió a un integrante más: Anderson*, un niño alegre que disfruta de jugar videojuegos y de resolver problemas de matemáticas. En poco tiempo, Andresito* viajará a Estados Unidos con una familia que va a adoptarlo, y en su casa quedarán Francy, Alexander –su esposo- y Anderson*. Pese a que la partida de Andresito* la pone un poco sentimental, para Francy la satisfacción más grande es “ese orgullo de saber que cuando se vayan de la casa, van a tener un recuerdo bonito mío. Toda la vida lo van a tener, porque va a ser algo que les va a servir para la vida de ellos”, por ello espera que tanto para Andresito*, como para todos los niños como él, el futuro guarde bonitas sorpresas y nunca olviden a sus mamás sustitutas.

 

*Los nombres de los participantes han sido modificados por protección de su identidad.