Wendy Pérez: una mujer que puede superar cualquier obstáculo por las familias de Uribia
marzo 17 2022

Wendy Pérez: una mujer que puede superar cualquier obstáculo por las familias de Uribia

Llovía torrencialmente y, como suele ocurrir en el departamento de La Guajira, se habían desbordado los arroyos y el acceso a las comunidades era difícil. Ella estaba en los espacios integrales aquel día, tenía una misión, así que se arriesgó a pasar en una pequeña balsa hecha por la comunidad. Nadie se atrevía a cruzar por las fuertes lluvias; sin embargo, Wendy, impulsada por su compromiso y vocación de ayudar, decidió avanzar, superar sus miedos, transmitir confianza a la comunidad y el mensaje de que con entrega y pasión se puede superar cualquier obstáculo.

Así es Wendy Pérez, una trabajadora social, nacida en el municipio de Ciénaga, Magdalena, quien actualmente vive en Riohacha y trabaja en el servicio de fortalecimiento familiar que Aldeas Infantiles SOS presta en Uribia.

 

Una mujer imparable

Cada día, desde las 8 de la mañana y hasta las 5 de la tarde, Wendy recorre caminos, trochas o arroyos, lo que sea necesario, para acompañar a las familias. Con el equipo de fortalecimiento familiar se diseña un cronograma que orienta su día a día y las visitas a los hogares. Según relata cada familia tiene necesidades particulares, por ello hay una etapa para conocerlas y, de acuerdo a lo que se observe se activan rutas de apoyo y articulación con las instituciones locales encargadas de garantizar el derecho a la salud, la educación u otro que se esté viendo vulnerado.

En la actualidad Wendy tiene a cargo 20 familias, cada una con entre 5 y 12 integrantes, pertenecientes a tres comunidades distintas del municipio de Uribía, conocido como la capital indígena de Colombia. La población local, indígena, se encuentra con la proveniente de Venezuela y todos comparten condiciones de vida que ponen en riesgo el bienestar de los niños y las niñas. Por eso su compromiso es “apoyar a las familias en el municipio de Uribía ya que presentan muchas necesidades, puesto que la mayoría son procedente de Venezuela y sus derechos son vulnerados en muchas ocasiones. Como colaboradora me debo articular con otras entidades u organizaciones para apoyar a estas familias para que puedan reestablecer y velar por sus derechos como lo es: la salud, la educación, la permanencia en Colombia y sobre todo el cuidado parental de los niños, niñas y adolescentes”.

Además, como parte del proceso de acompañamiento, ella asume el rol de mediadora para resolver conflictos al interior de las familias, “escucho a las dos partes y tratamos de llegar a un acuerdo para mejorar su entorno familiar”. Y también, cuenta, genera un plan de formación para cada familia que favorece su proyecto de vida, los vínculos afectivos y las iniciativas de emprendimiento.

En sus palabras su motivación principal es “cuando llegó a las familias o a los espacios integrales y recibo un abrazo y un te quiero por parte de los participantes. El amor y calidez humana que tienen me llena de felicidad y eso me motiva a seguir dando lo mejor de mí como profesional y como persona”.

 

 

Las mismas oportunidades para todas y familias más equitativas

Wendy resalta que son muchos los desafíos que enfrentan las niñas, adolescentes y mujeres en nuestro país. Su experiencia actual, trabajando con las familias, le ha mostrado que muchas mujeres son encargadas de la economía familiar y, ante la difícil situación económica que se vive en el país y la falta de oportunidades, deben dedicarse a la economía informal o al servicio doméstico, por lo cual reciben una baja remuneración; además de ser, al mismo tiempo, las responsables del cuidado y crianza de sus hijos e hijas y del cuidado o sostenimiento del hogar.

A esto se suman las situaciones de violencia intrafamiliar y de inequidad que viven tanto niñas, adolescentes como mujeres, especialmente, en territorios como el de Uribia – La Guajira en la cultura Wayuu. Por eso para Wendy un mundo con igualdad de género sería aquel en el que se tuvieran las mismas oportunidades para todas las mujeres. “Un mundo donde los hombres, por ejemplo, se desempeñen en el hogar como lo hacemos nosotras las mujeres, es decir que asuman las responsabilidades que tienen en el hogar”, manifiesta y donde los derechos de cada una sean cumplidos, porque como asegura ella, debemos lograr una sociedad “Donde todos y todas tengamos las mismas oportunidades”.