Cuidado para prevenir el maltrato
septiembre 4 2025

Cuidado para prevenir el maltrato

Comenzamos el especial Cuidar y Prevenir con la conversación que tuvimos con Leisy Benavides, analista de formación, y Paola Rueda, coordinadora nacional de Salvaguarda infantil, juvenil y de adultos, con quienes profundizamos en la relación entre cuidado y prevención del maltrato infantil. Lee sobre este tema fundamental aquí. 

¿De qué hablamos cuando hablamos de cuidar bien a una niña, niño o adolescente?    

Paola Rueda plantea que cuando hablamos de cuidado familiar y de prevención del maltrato infantil surge una duda y es entender ¿qué significa realmente cuidar bien a un niño, niña o adolescente? Y aunque no es posible dar una única respuesta, ya que esta será diferente según el contexto cultural, las prácticas sociales y, especialmente, el contexto familiar (se refiere a las formas en que las familias crían y protegen a sus hijas e hijos), hay unos elementos clave a considerar 

Por un lado, indica Rueda que es “fundamental recordar que el cuidado de la infancia no debe entenderse como un tema de valores o ‘buena voluntad’”, sino como una forma diversa de acompañar a otros. Aquello entendiendo que las familias enfrentan dificultades y que las sociedades viven transformaciones, de ahí que se aborde el cuidado familiar no desde una mirada que homogenice y determine una sola manera de cuidar, sino en perspectiva de generar reflexiones en madres, padres, cuidadores y cuidadoras con una pregunta central: 

¿Qué necesitan niñas, niños y adolescentes para sentirse seguros, queridos y respetados en su propio hogar? 

La respuesta a esta pregunta, explica Paola Rueda, se relacionará con rutinas, gestos y actitudes de cuidado que construyen un ambiente protector donde niñas niños y adolescentes:   

•Sientan que sus opiniones son escuchadas sin señalamientos, incluso si son contrarias a las creencias de los adultos 

•Reciban afecto de forma constante, no solo en momentos especiales. Y lo reciban a través de palabras, abrazos y detalles sencillos 

•Cuenten con rutinas y acuerdos claros que les den seguridad 

•Sepan que, si se equivocan, no se les castigará con violencia física o verbal, ni que el afecto que se les tiene depende de sus aciertos o errores 

•Hagan parte de momentos en familia como preparar la comida, tener un espacio al mes en el que nos decimos lo que valoramos de cada una/o, hacer una pulsera o amuleto que nos regalamos cargada de intenciones mutuas, entre muchas otras, que la familia puede crear como algo único y cargado de significado 

•Se les narre y acompañe desde el amor, recordándoles lo valiosas y valiosos que son. 

Conexión entre cuidado familiar y prevención del maltrato infantil 

Ya que Paola Rueda abordó esta manera en puede evidenciarse y concretarse el cuidado familiar, ahora pasaremos a ahondar en la relación entre cuidado familiar y prevención del maltrato infantil. Lo primero que hay que entender frente a esta conexión es que un hogar donde hay respeto, diálogo y afecto se convierte en un lugar donde la violencia no tiene cabida, por lo que prevenir el maltrato empieza por construir relaciones basadas en el cuidado diario. 

Así mismo, explica Rueda, que es clave reconocer que existen desigualdades, retos y problemáticas que viven las familias, que no son fáciles de sobrellevar; sin embargo, “vale la pena apostar por florecer entre las grietas, que significa algo muy concreto: cuidar, aun en medio de las dificultades, es un acto político de la familia, un paso firme para romper con el ciclo de violencia familiar y generacional”, describe Paola. 

Por su parte, Leisy Benavides indica que la conexión entre el cuidado familiar y la prevención del maltrato infantil es profunda y directa, ya que “cuando los y las adultos responsables están presentes de manera afectiva, dedican tiempo de calidad y ofrecen contención emocional, [así] se reduce significativamente el riesgo de que ocurran situaciones de maltrato o negligencia.” Y agrega, que el cuidado consciente, basado en el vínculo y el respeto, no solo protege, sino que también fortalece el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes, disminuyendo de esta manera su exposición a riesgos o vulneración de derechos.  

 

 

Es así que, prevenir el maltrato infantil no es un acto aislado, sino un compromiso diario de cuidar, respetar y escuchar. Una familia cuidadora no es perfecta, pero sí está dispuesta a aprender, adaptarse y poner la seguridad y el bienestar de niñas y niños en el centro. 

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