mayo 29 2025
La política pública de familia y su relación con el cuidado de la niñez en Colombia.
Si bien el cuidado y protección de la niñez es una tarea de todos y todas, recae en las familias una gran responsabilidad ya que son el primer entorno de desarrollo de niñas y niños; sin embargo, no todas las familias cuentan con las condiciones adecuadas para brindar un cuidado en dignidad por lo que es deber del Estado garantizar que las familias puedan desarrollar su rol de cuidado en la sociedad. Conoce la política pública de familia y cómo puede fortalecer el cuidado de la niñez.
¿Qué es la política pública de familia?
La Política Pública Nacional de Apoyo y Fortalecimiento a las Familias es el instrumento mediante el cual el Estado reconoce a las familias como sujetos colectivos de derechos y actores centrales del desarrollo social. Su objetivo general es reconocer, promover y fortalecer las capacidades de las familias, garantizando condiciones que les permitan cumplir su función protectora, afectiva, formativa y socializadora en entornos seguros y dignos.
Esta política busca superar enfoques asistencialistas y promover una acción articulada entre el Estado, la sociedad y las propias familias, en un marco de equidad territorial y enfoque diferencial, estructurada en tres ejes fundamentales:
1. Reconocimiento de la diversidad de familias: protección integral y acceso equitativo a bienes y servicios.
2. Convivencia democrática en las familias: fortalecer su rol como espacio protector y consolidar redes de apoyo comunitario.
3. Gobernanza para la gestión de la política: participación activa de las familias, articulación intersectorial nacional y territorial.
¿Cuáles son los retos en la implementación de la política pública de familia?
A pesar de su enfoque integral y preventivo, la política no se ha implementado de manera efectiva a nivel territorial. Las principales limitaciones identificadas son:
- Falta de recursos humanos, técnicos y financieros, lo que impide su despliegue real en los municipios.
- Desarticulación entre entidades responsables, que limita el trabajo coordinado con el Sistema Nacional de Bienestar Familiar (SNBF) y otras instituciones clave.
- Débil presencia en zonas rurales y apartadas, donde el acceso a servicios de apoyo familiar es casi inexistente.
- Desigualdades de género en las responsabilidades de cuidado, lo que afecta principalmente a las mujeres y repercute negativamente en el desarrollo integral de niños y niñas.
En Colombia se siguen separando familias diariamente, sin haber tenido un proceso de fortalecimiento familiar previo que evite esta decisión. Además, persisten las prácticas institucionalizantes en el sistema de protección infantil, sin un acompañamiento a las familias de origen ni programas sostenibles que fortalezcan los procesos de reunificación familiar.
Por más cuidado en familia
Aldeas Infantiles hace un llamado urgente al Estado colombiano para que fortalezca la implementación efectiva de la Política Pública Nacional de Apoyo y Fortalecimiento a las Familias, como estrategia fundamental para prevenir la violencia contra la niñez y garantizar entornos seguros para su desarrollo.
“El Estado debe priorizar el apoyo y fortalecimiento a las familias en las políticas públicas de protección infantil, reconociendo que el entorno familiar es la base para el desarrollo integral y la protección de niños, niñas, adolescentes y jóvenes” afirma Alejandro Ruiz, asesor nacional de abogacía e incidencia de Aldeas Infantiles SOS.
Se debe hacer seguimiento a los avances en la política pública de familia; pues, además de la atención adecuada y pronta justicia en los casos en que se vulneren los derechos de la niñez, se debe prevenir que ocurran y esto se logra con el apoyo y acompañamiento a las familias, para que sean entornos protectores para la niñez. El tema del cuidado en familia debe estar en la agenda pública del país, pues la protección de la niñez es un asunto de todos y todas.
¿Cuál es la situación de las familias y la niñez en Colombia?
La situación actual de las familias en Colombia refleja una crisis estructural y sostenida en cuanto a la protección infantil, profundizada por la violencia intrafamiliar, la pobreza y el conflicto armado.
En 2024, 11,5% de la población colombiana vivía en pobreza multidimensional, cifra que se eleva al 24,3% en zonas rurales y centros poblados dispersos, triplicando la proporción de las áreas urbanas (7,8%). La desigualdad territorial agrava las condiciones de vida de las familias y limita su acceso a servicios esenciales de salud, educación y protección.
Adicionalmente, el conflicto armado y la violencia generalizada siguen afectando gravemente a las familias y a la niñez. En 2025, al menos 11 focos de emergencia humanitaria impactaron a comunidades campesinas, indígenas y afrocolombianas, afectando a más de 47.000 niñas, niños y adolescentes.
La destrucción de infraestructura escolar, la falta de servicios básicos como agua potable y atención médica, y la exposición directa a la violencia incrementan el riesgo de traumas profundos y afectan seriamente el desarrollo físico, emocional y social de la niñez en Colombia. El contexto de las familias tiene una relación directa con la calidad de cuidado que pueden ofrecer a los niños y las niñas.
Durante el 2024, se evidenció un panorama alarmante en relación con los derechos de los niños y niñas, estas son algunas de las cifras:
- 594 homicidios de niños, niñas y adolescentes, incluidos 38 casos en menores de 0 a 4 años.
- 7.902 casos de violencia intrafamiliar reportados
- 54.950 niños y niñas ingresaron al proceso administrativo de restablecimiento de derechos, es decir, más de 150 ingresos al día.
- 18.746 ingresaron al sistema de protección por violencia sexual, siendo esta la principal causa.
- 16.384 ingresos al proceso administrativo de restablecimiento de derechos por omisión o negligencia.
Las niñas siguen enfrentando niveles altos de riesgo relacionados con violencia sexual, matrimonios forzados y trata de personas. La mayoría de estas violencias contra la niñez ocurren en el mismo entorno familiar o escolar, es decir que son perpetradas por personas cercanas a la víctima.
El alto subregistro sigue siendo una barrera crítica, debido al temor de las víctimas, el estigma social y la desconfianza en las instituciones, por la falta de respuesta oportuna del sistema de justicia, las víctimas no cuentan con mecanismos efectivos de protección ni canales seguros para la denuncia.
Tú también puedes ser parte del cambio y promover más cuidado en familia.