Equipos comunitarios de protección infantil en La Guajira
julio 11 2025

Equipos comunitarios de protección infantil en La Guajira

En Maicao, La Guajira, existe un lugar reconocido por ser el mayor asentamiento de migrantes de América: La Pista. A lado y lado de una avenida que se extiende por cerca de dos kilómetros de largo, viven más de 13.000 personas, en su mayoría mujeres, niñas y niños que han migrado de otras ciudades a causa de la violencia o de otros países debido a las condiciones sociopolíticas.

 Llegaron con la esperanza de construir una nueva vida y encontrar un hogar. Se organizaron en 12 manzanas —once de ellas lideradas por mujeres de la comunidad— y juntas, han tejido redes de cuidado y protección para sus familias. Los asentamientos humanos, especialmente en contextos de alta vulnerabilidad, enfrentan enormes desafíos: falta de agua potable, saneamiento deficiente, dificultades para acceder a salud, educación, vivienda digna y oportunidades de trabajo.  

En este contexto, la niñez requiere especial protección, ya que está más expuesta a múltiples riesgos, como la separación familiar y la vulneración de sus derechos. Sin embargo, en medio de tantas dificultades, surgen historias de organización, cuidado y esperanza para ellas y ellos.

Equipos comunitarios para proteger la niñez

Los equipos comunitarios de protección infantil son una estrategia consolidada de Aldeas Infantiles SOS, que desde hace varios años fortalece a comunidades, líderes y lideresas para promover la protección de la niñez y sus familias. En La Guajira, esta iniciativa se implementa en contextos de emergencia y migración, brindando apoyo en temas de nutrición, cuidado y organización comunitaria.

Estos equipos están conformados por 10 personas de la comunidad y se encargan de velar por los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Cuando se presenta algún caso de desprotección o vulneración de derechos, este equipo es el encargado de activar la ruta de protección o de informar oportunamente al equipo de Aldeas Infantiles SOS, que se encarga de gestionarla a través del Comité de Salvaguarda.

Emily Gómez, de 34 años, es una de las lideresas de la comunidad y forma parte del equipo comunitario de protección infantil. Es madre de tres hijos de 15, 12 y 7 años, y se ha convertido en un referente de cuidado y protección para la niñez de su comunidad.

“Cuando llegó Aldeas, me di cuenta de que había la oportunidad de ayudar. Me gusta compartir con los niños y no me gustaría que les pasara algo malo porque son niños, y si no los protegemos nosotros como padres, ¿quién los va a proteger?”, explica Emily.

Protección infantil: acompañamiento comunitario en La Pista

Actualmente,  60 familias y  150 niños, niñas y adolescentes de esta comunidad son acompañadas por la organización, que, al mismo tiempo capacita mensualmente al equipo de protección infantil en temas como: rutas de protección, cartografía social, liderazgo, autocuidado, tipos de abuso, activación de rutas, entre otros.

“El acompañamiento de Aldeas ha sido muy bueno. Se ha visto el progreso con los niños. Antes muchos de ellos pasaban el día completo sin comer, y ahora las mamitas han puesto en práctica todo lo que han aprendido sobre nutrición y se han dedicado más a su cuidado. Están más pendientes de su salud y su higiene personal. Los casos de maltrato infantil también han disminuido”, continua Emily.

Un equipo interdisciplinario conformado por trabajadoras sociales, una pedagoga, un profesional jurídico y un nutricionista fortalece continuamente a los equipos comunitarios de protección infantil mediante capacitaciones y el desarrollo de habilidades para cuidar y proteger a la niñez.

“Mi sueño y el de toda la comunidad es tener un lugar más seguro para los niños, niñas y adolescentes”, concluye Emily.

Según cifras de la ONU, en Colombia más de 2,8 millones de personas migrantes y refugiadas de Venezuela necesitan asistencia humanitaria, y más de 500.000 son niños, niñas y adolescentes.

En La Guajira, las familias migrantes enfrentan barreras para acceder a servicios básicos y garantizar la protección de sus hijos e hijas. Líneas de acción como el fortalecimiento familiar y comunitario, junto con proyectos como Semillas de Cuidado, son clave para prevenir la pérdida del cuidado parental y trabajar por la garantía de la protección, la nutrición y el acompañamiento integral de la niñez, para que puedan crecer seguros y con oportunidades.

Además, la organización comunitaria es importante para garantizar la protección de la niñez. El equipo de protección infantil de La Pista es un claro ejemplo de que, con confianza, trabajo en equipo y apoyo mutuo, los niños y las niñas, pueden tener una vida y un futuro mejor.

Esta estrategia de fortalecimiento comunitario y protección infantil también se implementa en otros territorios como Chocó y Tumaco, donde Aldeas Infantiles SOS trabaja de la mano con las comunidades para crear entornos seguros y protectores para la niñez y sus familias.

 

Los niños y niñas necesitan crecer en familia. Con tu ayuda podremos mantener nuestros servicios de fortalecimiento familiar y comunitario para brindar nuevas oportunidades a la niñez.

Quiero sumar mi aporte