mayo 28 2025
Más allá de las familias disfuncionales
En esta ocasión nos reunimos con Leisy Benavides, analista de formación, y María Fernanda Tabares Sánchez, asesora nacional de Desarrollo técnico programático para continuar nuestro especial “Más allá de las familias disfuncionales”. Aquí puedes leer la primera parte sobre las distintas situaciones, cambios y crisis que pueden vivir las familias que no les define como disfuncionales, sino que son situaciones o contextos particulares que se pueden acompañar para ser superados.
Más allá de etiquetar a las familias como disfuncionales hay que entender sus dinámicas
¿Qué cambios que puede vivir una familia?
La denominación de familias disfuncionales muchas veces es usada para una familia que vive cambios o situaciones de crisis, que como lo plantea María Fernanda Tabares, son situaciones naturales dentro de las familias. En este sentido es importante entender que lo primero que se debe hacer es reconocer qué tipo de cambios o crisis están viviendo las familias, ya que puede tratarse de cambios naturales en las dinámicas familiares, o de cambios que requieren algún tipo de apoyo.
1. Cambios asociados a la etapa de una conformación de una familia
Leisy Benavides explica que es necesario reconocer que las familias viven ciclos, y que experimentan cambios que pueden ser esperados o inesperados, estas situaciones influyen en las vivencias y experiencias de las personas que integran la familia. Explica que, por ejemplo, dependerá de la conformación de cada familia, la vivencia de ciertas etapas y añade: “desde lo social, la soltería puede ser una etapa de ciclo familiar. Esto se referirá cuando una persona por decisión propia o no, asume una vida en soledad, al no conformar una pareja, lo cual no implica que esta persona deje de estar de lado de un relacionamiento social o familiar. Así mismo, podemos hablar de etapas en las que las personas conforman una pareja y deciden vivir juntas, establecer una convivencia esto implicará conformar un nuevo ambiente familiar en el que surgen cambios y expectativas con respecto a esta decisión”.
2. Cambios asociados a las distintas etapas de desarrollo
Otras situaciones que pueden traer cambios y dinámicas específicas en un hogar, son, por ejemplo, la llegada de una hija o hijo, ya que esto implica la adaptación de rutinas y actividades, unas que no tenían las personas que conformaban en primer momento la familia.
Adicional a esto, es posible evidenciar que muchas veces los cambios en el desarrollo de las personas que integran las familias impactan en sus dinámicas: no es lo mismo una familia que debe cuidar un adulto mayor, por ejemplo; a una familia en la que alguno de sus integrantes este transitando la adolescencia. Leisy Benavides lo explica así: “También vemos algunos cambios que se pueden dar a través de las etapas de desarrollo. Estas implican bastantes cambios y no serán ajenos a la dinámica familiar. Por ejemplo, veremos cambios frente a estas etapas en el paso de la primera infancia a la adolescencia; de la adolescencia a la juventud y de la juventud a la adultez. Todas estas etapas tendrán unas características específicas que requerirán cambios, transiciones y respuestas al interior de la familia”.
3. Cambios asociados a la etapa de jubilación
Cuando algunos de los integrantes de las familias viven la tercera edad experimentan varios cambios, unos, asociados a la conformación de la familia, pues llegan nuevos miembros, se constituyen otras familias ligadas a la familia nuclear y esto hace crecer la familia. Otros, tienen que ver con la vivencia de “nido vacío” en la vejez, que se relaciona con la salida de hijos o hijas de la casa materna para desarrollar sus propios proyectos de vida. Asimismo, esta etapa hace que muchas personas vivan el duelo por la pérdida de la rutina del trabajo. “Es por eso importante reconocer dichos cambios para asegurar que los integrantes de las familias puedan vivir experiencias gratificantes, acordes a su etapa, manteniendo rutinas y hábitos que permitan de igual forma un estilo de vida saludable, es así que, es primordial asegurar una calidad de vida para las personas mayores, ante deterioros a nivel de salud, física o mental”, señala Benavides.
4. Cambios asociados al duelo
Otro de los cambios que puede experimentar una familia se debe a los procesos de duelo, procesos que pueden deberse a la muerte de un ser querido, o, a la migración a otra ciudad, país o región, en ambas situaciones las dinámicas familiares tendrán cambios notables que requerirán adaptación, acompañamiento y apoyo.
Cuando un ser querido muerte esto genera tanto un desequilibro emocional como una inestabilidad en las relaciones, además, impactará en rutinas, actividades y roles dentro de la familia, por lo que será necesario de apoyo y tiempo para procesar y gestionar el duelo.
Acá puedes leer como acompañar un duelo
Por otro lado, el conocido como “duelo migratorio” se desata por la migración de un integrante de la familia, este duelo se caracteriza por emociones como nostalgia, añoranza y melancolía, tanto en la persona que migra como para sus familiares, este proceso implicará reconocer, validar las emociones que viven, al igual que fortalecer la comunicación, ya que esto permitirá mantener, fortalecer y adaptar los vínculos familiares a este nuevo contexto.
No son familias disfuncionales, son familias que viven crisis o cambios
Dentro de las familias se puede entender una crisis como un momento de confusión para el que no se tenían las herramientas o conocimientos para afrontar, Leisy explica que “puede que la persona, no tenga herramientas para manejar lo que está ocurriendo y eso puede generar sufrimiento. También, puede que la persona reaccione de una forma desmedida, estas reacciones se relacionan con el intento de volver a la situación que existía antes de la crisis”, pero nada de esto implica que una familia sea disfuncional, solo que las personas reaccionan de diferentes formas ante situaciones que les son desconocidas y lo único que necesitan es aprender a manejarlas.
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Así que entendiendo de esta forma la crisis, Leisy Benavides explica que en las familias suelen presentarse dos tipos de estas: unas, son las crisis circunstanciales y, otras, las de desarrollo.
¿Qué son las crisis circunstanciales dentro de las familias?
Se refieren a aquellas situaciones inesperadas que desorganizan la vida familiar. Algunos ejemplos de ello son: la muerte de un ser querido; la vivencia de un desastre natural; ser víctima de un crimen violento; el desarrollo de una enfermedad o la experiencia de una separación.
Este tipo de crisis circunstanciales dentro de las familias se caracterizan porque surgen inesperadamente, generan desorganización, requieren atención inmediata, y cambian de una forma drástica la vida. En el contexto familiar cambian sustancialmente las dinámicas familiares, lo que puede impactar, por ejemplo, en que las familias pueden o no estar preparadas, por lo que aprender a manejar las crisis se hace fundamental en las familias.
¿Qué son las crisis de desarrollo dentro de las familias?
Las crisis de desarrollo se refieren a aquellos momentos en los que hay una tensión temporal, correspondiente al paso de una etapa a otra; este tipo de crisis se relacionarán con etapas específicas de la vida (como las mencionadas anteriormente). Leisy explica que “estos tipos de crisis son predecibles y se asocian a la forma en cómo cada persona percibe y experimenta su mundo. En este sentido, si mi hijo es pequeño, yo sé que él va a ir creciendo y que va a pasar a la adolescencia y va a pasar a la a la juventud, y que eso implicará una serie de ajustes en la dinámica familiar”.
Leisy Benavides plantea que este tipo de crisis de desarrollo genera una desorganización temporal, y añade que ante esto la persona puede adaptarse y verlo, también, como un proceso de aprendizaje. De igual manera, agrega, que estos dos tipos de crisis pueden ocurrir dentro de las familias y dependerá de las herramientas que tengan la forma cómo se gestione, que puede derivar en una manera positiva y efectiva, o, desorganizará las dinámicas familiares, impidiendo dar una respuesta adecuada.
Aldeas Infantiles SOS es una ONG con presencia global. En Colombia trabaja en varias regiones del país donde brinda apoyo e impulsa los proyectos de vida en niñas, niños, adolescentes y jóvenes; así mismo fortalece las capacidades de cuidado, protección y crianza de familias en situaciones de vulnerabilidad.