Soy su Voz: romper el silencio y la impunidad frente a las violencias contra la niñez
noviembre 20 2025

Este año, en el marco de la novena versión de la campaña Soy su Voz, hacemos un llamado urgente frente a una realidad que no puede seguir pasando desapercibida: la impunidad en los casos de violencias y abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes en Colombia.

Según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal, el 96% de los casos de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes quedan impunes. La niñez enfrenta así una doble vulneración a sus derechos: primero, el abuso; luego, la ausencia de justicia.

En medio del silencio institucional y social, sus voces quedan relegadas cuando más necesitan ser escuchadas. Las violencias contra la niñez no solo vulneran sus derechos; también evidencia fallas profundas en los sistemas de protección.

Por ello, este año alzamos la voz para visibilizar que la justicia tardía o inexistente es también una forma de violencia contra la niñez, y le exigimos al Estado que invierta los recursos necesarios para implementar la Ley 2205 de 2022, que crea la Unidad Especial de Justicia para los delitos cometidos contra ellos y ellas

La impunidad: una forma de violencia contra la niñez

Entre enero y agosto de 2025 se realizaron más de 11.800 exámenes medicolegales por presunto delito sexual a niños, niñas y adolescentes. Para una víctima, enfrentarse a un sistema que no responde puede generar afectaciones emocionales y psicológicas graves.

 

La impunidad genera:

  • Revictimización al tener que repetir su historia múltiples veces.
  • Falta de reparación y acompañamiento.
  • Miedo, desconfianza y silencio.
  • Riesgo de que los agresores sigan violentando a otros niños y niñas.

La mayoría de los casos de abuso ocurren en entornos cercanos y vincula a personas de confianza—familiares, profesores, conocidos, vecinos— lo cual hace aún más difícil para las víctimas buscar ayuda. Y cuando lo hacen, el sistema no  está preparado para responder con celeridad, sensibilidad y enfoque de derechos. Esto provoca que los casos demoren un promedio de siete años en resolverse, lo que representa casi toda la infancia o la adolescencia persiguiendo justicia.

De acuerdo con el boletín estadístico del ICBF (agosto de 2025), las violencias sexual, física y psicológica fueron los principales motivos de ingreso al sistema de protección.

Entre enero y agosto de 2025, estos fueron los ingresos de niños y niñas por región:

  • Bogotá: 16.146
  • Valle del Cauca: 9.132
  • Antioquia: 7.584
  • Nariño: 3.342
  • Santander: 3.132
  • Bolívar: 2.366

Este panorama crudo nos recuerda que los derechos de la niñez están siendo vulnerados y requiere especial atención por parte del Estado, las instituciones, las familias y la sociedad civil. En especial, exige una respuesta eficaz de las entidades encargadas de investigar los casos de violencia contra niños y niñas.

La Convención sobre los Derechos del Niño

La Convención sobre los Derechos del Niño es un tratado firmado por Colombia y otros países para comprometerse a proteger los derechos de los niños, adolescentes y jóvenes y cuidarlos de la violencia, los abusos y los daños.

Sin embargo, este compromiso se vulnera cada vez que un caso de violencia sexual queda en la impunidad, cuando una denuncia no se investiga o cuando un niño o niña es revictimizado durante el proceso.

Los artículos de la Convención que hacen énfasis en la protección contra el abuso sexual y la impunidad son los siguientes:

Artículo 19: proteger a la niñez de toda forma de violencia, abuso o negligencia.

Artículo 34: prevenir la explotación y el abuso sexual bajo cualquier circunstancia.

Artículo 39: garantizar la recuperación física y psicológica de las víctimas.

Artículo 3: asegurar que, en cada decisión, prevalezca el interés superior del niño.

Cumplir con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño es fundamental para proteger sus derechos y mejorar sus condiciones de vida.

Un llamado urgente: la niñez no puede esperar

Reducir la impunidad exige un esfuerzo conjunto del Estado, la sociedad, y las familias:

Al Estado

  • Acelerar las investigaciones y evitar la revictimización.
  • Garantizar atención integral inmediata y especializada.
  • Fortalecer las rutas de denuncia y de protección.
  • Priorizar la protección de la niñez en todos los niveles institucionales.
  • Invertir los recursos necesarios para implementar la Ley 2205 de 2022, que crea la Unidad Especial de Justicia para los delitos cometidos contra la niñez.
     

A la sociedad

  • No callar frente a señales de violencia.
  • Creerles a los niños y niñas.
  • Denunciar incluso cuando parezca difícil.
  • Promover entornos seguros y respetuosos.

A familias y cuidadores

  • Escuchar, acompañar y creer sin juzgar.
  • Buscar apoyo profesional.
  • Proteger y contener sin generar miedo o silencio.

Somos su voz, hasta que la justicia también lo sea

La violencia sexual contra la niñez es una herida profunda que solo puede sanar con verdad, justicia, reparación y acompañamiento. No podemos permitir que la impunidad siga silenciando sus historias ni perpetuando el daño.

Hoy, desde Aldeas Infantiles SOS, hacemos un llamado firme: la justicia para la niñez no puede esperar. Cuando un niño o niña habla, el mundo entero debería escuchar.

Todos somos responsables de garantizar el cuidado, la protección y la justicia para la niñez Rompamos los ciclos de violencias e impunidad imperantes en los casos de maltrato o abuso hacia las niñas y los niños.

 

Soy su Voz: romper el silencio y la impunidad frente a las violencias contra la niñez

Este año, en el marco de la novena versión de la campaña Soy su Voz, hacemos un llamado urgente frente a una realidad que no puede seguir pasando desapercibida: la impunidad en los casos de violencias y abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes en Colombia.

Según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal, el 96% de los casos de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes quedan impunes. La niñez enfrenta así una doble vulneración a sus derechos: primero, el abuso; luego, la ausencia de justicia.

En medio del silencio institucional y social, sus voces quedan relegadas cuando más necesitan ser escuchadas. Las violencias contra la niñez no solo vulneran sus derechos; también evidencia fallas profundas en los sistemas de protección.

Por ello, este año alzamos la voz para visibilizar que la justicia tardía o inexistente es también una forma de violencia contra la niñez, y le exigimos al Estado que invierta los recursos necesarios para implementar la Ley 2205 de 2022, que crea la Unidad Especial de Justicia para los delitos cometidos contra ellos y ellas

La impunidad: una forma de violencia contra la niñez

Entre enero y agosto de 2025 se realizaron más de 11.800 exámenes medicolegales por presunto delito sexual a niños, niñas y adolescentes. Para una víctima, enfrentarse a un sistema que no responde puede generar afectaciones emocionales y psicológicas graves.

La impunidad genera:

  • Revictimización al tener que repetir su historia múltiples veces.
  • Falta de reparación y acompañamiento.
  • Miedo, desconfianza y silencio.
  • Riesgo de que los agresores sigan violentando a otros niños y niñas.

La mayoría de los casos de abuso ocurren en entornos cercanos y vincula a personas de confianza—familiares, profesores, conocidos, vecinos— lo cual hace aún más difícil para las víctimas buscar ayuda. Y cuando lo hacen, el sistema no  está preparado para responder con celeridad, sensibilidad y enfoque de derechos. Esto provoca que los casos demoren un promedio de siete años en resolverse, lo que representa casi toda la infancia o la adolescencia persiguiendo justicia.

De acuerdo con el boletín estadístico del ICBF (agosto de 2025), las violencias sexual, física y psicológica fueron los principales motivos de ingreso al sistema de protección.

Entre enero y agosto de 2025, estos fueron los ingresos de niños y niñas por región:

  • Bogotá: 16.146
  • Valle del Cauca: 9.132
  • Antioquia: 7.584
  • Nariño: 3.342
  • Santander: 3.132
  • Bolívar: 2.366

Este panorama crudo nos recuerda que los derechos de la niñez están siendo vulnerados y requiere especial atención por parte del Estado, las instituciones, las familias y la sociedad civil. En especial, exige una respuesta eficaz de las entidades encargadas de investigar los casos de violencia contra niños y niñas.

La Convención sobre los Derechos del Niño y Niña

La Convención sobre los Derechos del Niño es un tratado firmado por Colombia y otros países para comprometerse a proteger los derechos de los niños, adolescentes y jóvenes y cuidarlos de la violencia, los abusos y los daños.

Sin embargo, este compromiso se vulnera cada vez que un caso de violencia sexual queda en la impunidad, cuando una denuncia no se investiga o cuando un niño o niña es revictimizado durante el proceso.

Los artículos de la Convención que hacen énfasis en la protección contra el abuso sexual y la impunidad son los siguientes:

Artículo 19: proteger a la niñez de toda forma de violencia, abuso o negligencia.

Artículo 34: prevenir la explotación y el abuso sexual bajo cualquier circunstancia.

Artículo 39: garantizar la recuperación física y psicológica de las víctimas.

Artículo 3: asegurar que, en cada decisión, prevalezca el interés superior del niño.

Cumplir con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño es fundamental para proteger sus derechos y mejorar sus condiciones de vida.

Un llamado urgente: la niñez no puede esperar

Reducir la impunidad exige un esfuerzo conjunto del Estado, la sociedad, y las familias:

Al Estado

  • Acelerar las investigaciones y evitar la revictimización.
  • Garantizar atención integral inmediata y especializada.
  • Fortalecer las rutas de denuncia y de protección.
  • Priorizar la protección de la niñez en todos los niveles institucionales.
  • Invertir los recursos necesarios para implementar la Ley 2205 de 2022, que crea la Unidad Especial de Justicia para los delitos cometidos contra la niñez.

A la sociedad

  • No callar frente a señales de violencia.
  • Creerles a los niños y niñas.
  • Denunciar incluso cuando parezca difícil.
  • Promover entornos seguros y respetuosos.

A familias y cuidadores

  • Escuchar, acompañar y creer sin juzgar.
  • Buscar apoyo profesional.
  • Proteger y contener sin generar miedo o silencio.

Somos su voz, hasta que la justicia también lo sea

La violencia sexual contra la niñez es una herida profunda que solo puede sanar con verdad, justicia, reparación y acompañamiento. No podemos permitir que la impunidad siga silenciando sus historias ni perpetuando el daño.

Hoy, desde Aldeas Infantiles SOS, hacemos un llamado firme: la justicia para la niñez no puede esperar. Cuando un niño o niña habla, el mundo entero debería escuchar.

 

Todos somos responsables de garantizar el cuidado, la protección y la justicia para la niñez Rompamos los ciclos de violencias e impunidad imperantes en los casos de maltrato o abuso hacia las niñas y los niños.

#SOYSUVOZ