“Fortalecer familias es lo más significativo”, Army

En distintas historias hemos escuchado la voz de las familias participantes de nuestro servicio de fortalecimiento familiar, una voz poderosa que deja ver la importante labor del trabajo con madres, padres y/o cuidadores de niños, niñas y adolescentes para que se fortalezcan como entornos protectores y garantes de los derechos de la niñez.

En esta oportunidad, queremos que oigas otra importante voz, la de una de las profesionales que están a cargo de escuchar, dialogar, crear y acompañar la transformación de las familias en el pacífico colombiano, del biodiverso departamento de Chocó. Te invitamos a leerla atentamente.

Army Cuesta está vinculada a Aldeas Infantiles SOS en Colombia desde hace más de una década, de los cuales tres, lo más recientes, se ha desempeñado como facilitadora de fortalecimiento familiar en el Centro de Desarrollo Familiar de Quibdó, Chocó. Hablamos con ella de esta experiencia, aprendizaje e impacto y esto nos contó.

Pregunta: cuéntenos sobre la labor de fortalecimiento familiar, la que usted y el equipo del Centro de Desarrollo Familiar –DCF- realiza día a día con las familias.

Army: Principalmente lo que hacemos con las familias es un plan de desarrollo familiar y un plan de acompañamiento en el que surgen unas acciones que nosotros vamos a acompañar para que esa situación que pone a los niños(as) en riesgo de perder el cuidado, se puedan disolver. Hacemos un encuentro con la familia en la que todas y todos participan, con actividades lúdico-pedagógicas para que los niños y niñas participen a partir de lo que viene en su plan de desarrollo familiar y que va a aportar para que se convierta en una familia protectora.

Pregunta: ¿cuál es el contexto de Quibdó, al que el servicio de fortalecimiento familiar está dando respuesta?

Army: en el contexto de las familias de Quibdó encontramos lo que son las violencias intrafamiliares, pautas inadecuadas de crianza, tipos de abuso: lo que más se ve es el abuso físico y el trato negligente. También encontramos que existe pobreza económica que puede generar un tipo de desprotección hacia los niños y niñas. Esas son las situaciones más relevantes en el contexto que nosotros estamos acompañando a las familias”.

Pero luego de que las familias participan en los encuentros grupales y el acompañamiento personalizado encontramos que las familias nos manifiestan “seño, yo anteriormente a mi hijo le gritaba, le decía malas palabras, ahora yo ya no lo hago, ustedes me han orientado, me han acompañado para que yo cambie esa manera”; y los niños dicen “ay seño, ya no nos gritan, ya no nos pegan”, En las visitas que realizamos vamos observando esos cambios.

Pregunta: ¿Cuál es la pertinencia e impacto del fortalecimiento familiar?

Army: Si no estuviéramos nosotros, yo creo, que muchos niños y niñas ya hubieran perdido el cuidado de sus familias, muchos niños habrían sido víctima de algún tipo de abuso, muchos niños no tendrían unos padres que en este momento los protegen y los cuidan. En el acompañamiento que hacemos a las familias estamos previniendo que esos niños vayan a ser institucionalizados. Estar nosotros ahí permite que los niños y niñas crezcan en una familia y evita situaciones de desprotección.

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Pregunta: cómo define su labor, desde lo personal y profesional.

Army: A mí me fascina trabajar con las familias, visitarlas, hablarles, escucharlas, estar ahí para ellas, ha sido lo más significativo; yo no cambio ni me voy para ninguna otra parte, porque uno se siente útil y que estoy haciendo algo para que los niños y las niñas de Quibdó y del Chocó estén bien. Para mí lo más bonito ha sido acompañar a esas familias para su transformación. Saber que los niños, niñas y adolescentes van a estar en un hogar con amor y protegidos.

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