Reunificación familiar, para que la niñez migrante no acompañada o separada crezca en familia

Mucho se menciona sobre la niñez migrante no acompañada, separada o que ha perdido el cuidado parental, ¿pero realmente entendemos qué significa?

A través de la historia de Viviana y su familia, te lo contamos.

De estar con mamá a ser declarados niñez migrante no acompañada

Viviana* y sus cuatro hijos(as), una familia en contexto de movilidad humana, recorrían las carreteras de Colombia con la esperanza de encontrar estabilidad, tranquilidad y rehacer sus vidas, como muchas de las familias que tuvieron que migrar de Venezuela.

En el camino, que está lleno de riesgos para una madre y sus cuatro pequeños, ella contrajo un cuadro viral muy fuerte. Su estado de salud se vio seriamente afectado, por lo que tuvo que ser internada en un centro hospitalario para recibir atención médica.

Pero su principal preocupación era sus hijos: ¿quién estaría a cargo de su cuidado?, ¿en dónde dormirían?, ¿quién les daría de comer? Y tantas preguntas más rondaban en su mente. Ella y sus cuatro hijos se encontraban solos en Colombia, por lo que no tenían a quién acudir. Los niños y niñas quedaron en situación de niñez migrante o refugiada no acompañada.

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Reunificación familiar, por el derecho a crecer en familia

¿Te puedes imaginar que niños y niñas estén en un país que no conocen, lejos de su familia y con su madre en un estado delicado de salud, sin saber qué hacer o a dónde acudir?

Justamente para situaciones como esta implementamos el #ProyectoSOS de acogimiento temporal en modalidad de cuidado familiar en Nariño, Valle del Cauca y Norte de Santander, que brinda un hogar, cuidado y protección a las niñas, niños y adolescentes que están en contexto de modalidad humana no acompañada, separada o que han perdido el cuidado parental. Y en el que, además, gestionamos casos para reunificar y fortalecer a las familias. Un proyecto que cuenta con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Esta historia de Viviana*, por fortuna, tuvo un final feliz. Durante un mes ella recibió la atención y los tratamientos necesarios para recuperar su estado de salud, mientras sus hijos e hijas permanecían bajo el cuidado y protección en nuestro espacio de acogimiento en Ipiales, Nariño. A la salida de ella del hospital, se reencontraron madre e hijos con inmensa felicidad, para estar juntos de nuevo, como familia.

*Nombre modificado por protección

Los niños y niñas necesitan crecer en familia. Con tu ayuda podemos lograrlo.

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