Crianza Positiva

 

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En muchos casos, las madres cabeza de familia deben asumir solas el cuidado y la crianza de sus hijos y garantizar el sustento económico de la familia. Sin embargo, en su mayoría, no cuentan con formación técnica ni profesional, lo que dificulta su acceso a trabajos dignos y formales o a los servicios de salud. De las madres cabeza de familia en Soacha, un grupo extenso lo confor man madres adolescentes y jóvenes menores de 23 años. Muchos de estos embarazos fueron no planeados, por lo que asumir un embarazo temprano y la posterior crianza de sus hijos, es una situación compleja para ellas. Siendo muy jóvenes, necesitan consolidar sus proyectos de vida, asumiendo el cuidado de sus hijos.

Crianza positiva

Objetivos del proyecto

Este proyecto buscaba que 100 madres adolescentes y jóvenes menores de 23 años del municipio de Soacha pudieran crear entornos familiares protectores para sus hijos y consolidar sus proyectos de vida a partir del desarrollo de sus capacidades de crianza positiva.

Crianza positiva

Actividades

  • El acercamiento a las madres participantes por medio del equipo de facilitadores, para que tuvieran mayor confianza y tengan mayor disposcición para realizar la actividad.
  • Se  crearon relaciones de confianza entre las madres y los facilitadores de Aldeas Infantiles SOS. A partir de esto, las madres empezaron a participar en encuentros grupales y en asesorías individuales para reconocer sus intereses, vulnerabilidades, potencialidades, capacidades y habilidades.
  • De acuerdo con sus intereses, establecieron los puntos más importantes para su plan de vida, teniendo en cuenta a sus hijos e hijas, e incorporando aspectos relacionados en la continuidad de sus estudios, el fortalecimiento de sus redes de apoyo, resiliencia, empleabilidad, y educación sexual y reproductiva.

Estos encuentros se convirtieron en espacios muy valiosos para ellas. Allí, no solo se dieron cuenta de que otras mujeres estaban viviendo situaciones similares, sino que además se sintieron apoyadas por las demás madres participantes. Fue en estos encuentros en los que ellas empezaron a hacer sus Planes de Desarrollo Familiar.

Resultados

“A partir de este proyecto he mejorado el trato con mi hijo y he aprendido a criarlo. He aprendido a tener más responsabilidad”. Jenny*, 17 años.

Al finalizar el primer año, las madres adolescentes reconocieron la importancia de tener redes de apoyo sólidas, en las que pudieran encontrar no sólo apoyo económico, sino también respaldo emocional. Además, fortalecieron sus vínculos para que las relaciones que se tejieran estuvieran basadas en la confianza mutua. También mejoraron la comunicación y disminuyeron los conflictos con sus familias, sus amigos y, en general, con todas las personas que hacen parte de sus redes de apoyo.

Por otro lado, ellas también lograron consolidar su rol como madres. Aprendieron a tener una mejor comunicación con sus hijos y a reconocerlos como sujetos de derechos. De igual forma, pudieron desarrollar sus habilidades para la crianza positiva. El castigo físico como forma de crianza también fue desplazado por mecanismos más amorosos y constructivos.

Además, empezaron a sentirse más capaces para ofrecer espacios seguros y momentos de calidad a sus hijos e hijas. Con respecto a la construcción de vínculos afectivos, hubo un cambio positivo significativo. Las expresiones de afecto de las madres hacia sus hijos aumentaron de manera importante a raíz de su participación en el proyecto.

Crianza positiva

Por último, la mayoría de las madres adolescentes participantes en el proyecto avanzaron en la construcción de su proyecto de vida. Muchas de ellas empezaron a utilizar métodos de planificación familiar. Una gran parte de ellas había suspendido sus estudios y decidió continuarlos. También aumentó el número de madres mayores de edad vinculadas laboralmente.

“Nos dimos cuenta de que hay que pensar en la vida antes de quedar en embarazo y que tener un hijo no es un impedimento para realizar el proyecto de vida”. Yurany*, 21 años.

* Los nombres han sido cambiados para preservar la privacidad de los participantes