A 10 meses de la crisis humanitaria en el Catatumbo. Una emergencia que persiste
octubre 20 2025

A 10 meses de la crisis humanitaria en el Catatumbo. Una emergencia que persiste

Aunque la intensidad de los enfrentamientos disminuyó en los últimos meses, la emergencia humanitaria en el Catatumbo sigue siendo crítica. Las comunidades continúan viviendo en medio del temor, con restricciones de movilidad, acceso limitado a alimentos, agua y servicios básicos, y un panorama de incertidumbre constante.

El desplazamiento forzado y el confinamiento aún afectan a miles de familias que no han logrado retornar a sus hogares ni reconstruir sus medios de vida. En muchas zonas rurales, la presencia de minas antipersonales, enfrentamientos y actores armados no estatales impiden el libre tránsito y obstaculizan la llegada de la ayuda humanitaria.

La crisis del Catatumbo, lejos de resolverse, ha dejado huellas profundas en la vida de la niñez y sus familias y en el tejido social de la región, donde el miedo, la pérdida y la desprotección se han vuelto parte del día a día.

Las niñas y niños en medio de la emergencia

Esta emergencia humanitaria ha impactado de manera profunda la vida de cientos de niños, niñas y adolescentes en el Catatumbo. Las consecuencias del conflicto no solo se reflejan en el desplazamiento o la pérdida de sus hogares, sino también en la interrupción en su proceso educativo, el deterioro de su salud física y emocional, el aumento de los riesgos de violencia, barreras para el acceso a salud, amenaza permanente a su protección y desarrollo, entre otros.

Veamos algunas de las principales afectaciones que enfrenta la niñez en esa región a causa del conflicto armado:

  • Desplazamiento y confinamiento: entre enero y abril, cerca de 20.000 niños, niñas y adolescentes fueron desplazados. Las familias se vieron obligadas a abandonar sus hogares, romper su cotidianidad y buscar refugio en albergues improvisados —como coliseos o espacios comunales—, dependiendo únicamente de lo poco que pudieron llevar consigo.
  • Educación: más de 46.000 niños, niñas y adolescentes dejaron de asistir a clases en la región, interrumpiendo su proceso educativo y vulnerando su derecho a la educación.
  • Salud física: la emergencia ha generado graves limitaciones en el acceso a agua potable, saneamiento y servicios de salud básica, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias, gastrointestinales y de desnutrición.
  • Salud mental: además, la exposición constante a la violencia, el desplazamiento forzado y la incertidumbre afectan de manera profunda la salud mental de los niños, niñas y adolescentes, generando estrés, ansiedad, depresión, miedo persistente, trastornos del sueño e inseguridad emocional.
  • Riesgo de reclutamiento, uso y utilización, violencia sexual y explotación.
  • El daño profundo a la unión familiar: la presión del conflicto armado puede generar que la niñez quede en situación de no acompañada o separada de sus padres o cuidadores.

Lee también: Niñas y niños en el conflicto armado, el caso del Catatumbo  

Estamos “A tu lado”, nuestra respuesta humanitaria ante la emergencia en el Catatumbo

Desde el consorcio A Tu Lado acompañamos la respuesta humanitaria en el Catatumbo, específicamente en los municipios de Cúcuta y Ocaña (Norte de Santander), enfocando esfuerzos en la protección y el bienestar de niños, niñas, adolescentes y sus familias con riesgo inminente a causa del conflicto armado.

Desde el estallido de la emergencia y hasta junio brindamos acompañamiento a cerca de 600 niñas, niños y adolescentes y 400 cuidadores, mediante: primeros auxilios psicológicos; entrega de kits de primera necesidad; gestión de casos de protección y acceso a derechos y servicios básicos; la creación de espacios pedagógicos y de contención emocional en albergues temporales; y Cuidado Alternativo Temporal; priorizando a quienes enfrentan mayores riesgos, con el fin de facilitar salidas seguras del territorio con redes de apoyo.

Así describen las familias participantes el impacto del acompañamiento:

El estallido de la emergencia:

A comienzos de 2025, la región vivió lo que algunos califican como la emergencia humanitaria más grave registrada en Colombia en los últimos años.

Un informe de la Defensoría del Pueblo documenta cómo la disputa entre grupos armados no estatales desplazó forzosamente a cerca de 65.000 personas y confinó a más de 12.000 en los primeros tres meses del año.

El 15 de enero de 2025, los enfrentamientos ocurridos en zona rural del municipio de Tibú (Norte de Santander) marcaron un punto de inflexión en la escalada del conflicto y en la disputa territorial entre los dos grupos armados ilegales presentes en la región.

Como consecuencia, miles de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares, sufriendo graves afectaciones a su vida e integridad. Entre el 16 de enero y el 28 de abril de 2025 se registraron 117 homicidios y múltiples infracciones al Derecho Internacional Humanitario.

Así lo recuerda Mery, una de las mujeres que, junto a su familia, ha recibido apoyo y orientación a través del proyecto A tu lado:

“Tiraron plomo para mi casa, casi nos matan y nos vinimos con mucha tristeza de la finca (…) con lágrimas en los ojos, por ver la situación del Catatumbo”.

Conoce su historia aquí:

Aunque se creó la Comisión Humanitaria para la Región del Catatumbo —con el propósito de atender casos de urgencia, facilitar la liberación de personas retenidas por grupos armados, acompañar procesos de retorno y brindar atención psicosocial—, y pese a la declaración del estado de conmoción interior para contener la crisis, las agresiones continúan y los derechos de la población civil no han sido plenamente garantizados.

De enero a abril la Defensoría del Pueblo evidenció:

  • Uso de drones explosivos, minas antipersonal y armamento en inmediaciones de escuelas y zonas pobladas.
  • Casos de violencia sexual, trata de personas y trabajo forzado, con al menos 62 mujeres denunciantes.
  • Persistencia del reclutamiento de niños, niñas y adolescentes.
  • Desprotección de firmantes del Acuerdo de Paz y de líderes y lideresas sociales.
  • Ataques contra comunidades indígenas, especialmente el pueblo Barí, que enfrenta riesgos de exterminio físico y cultural.

La emergencia en el Catatumbo nos recuerda que, detrás de cada crisis, hay niñas, niños, adolescentes y familias que necesitan protección, acompañamiento y oportunidades para reconstruir sus vidas. Desde Aldeas Infantiles SOS Colombia reafirmamos nuestro compromiso de seguir presentes, brindando cuidado, apoyo psicosocial y esperanza a quienes más lo necesitan. Porque cada acción cuenta para que la niñez crezca lejos de la violencia y más cerca del amor y la protección.

Somos “A tu Lado”

A Tu Lado es un proyecto financiado por la Unión Europea y conformado por: World Vision, HIAS, Profamilia y Aldeas Infantiles SOS, y tiene por objetivo fortalecer las capacidades locales y desarrollar estrategias que promuevan el bienestar, la prevención y respuesta a la violencia de género, la protección de la niñez y sus familias, así como el acceso equitativo y de calidad a servicios de salud. Está dirigido a población en situación de vulnerabilidad en Santander, Norte de Santander y Arauca.

 

El Catatumbo te necesita. En Aldeas Infantiles SOS seguimos actuando para proteger, brindar apoyo y acompañar a los niños, niñas, adolescentes y familias que enfrentan esta emergencia. Tú también puedes hacer parte de esta respuesta.

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