Por el derecho a crecer en familia 

Emigrar de un país no solo significa dejar tu tierra, tu casa y hasta tu familia, conlleva también la exposición a distintas situaciones o riesgos durante el camino. Riesgos que para los niños, niñas y adolescentes (NNA) son mayores, y que pueden afectar su desarrollo y bienestar físico, psicológico y emocional.

Para dar respuesta y proteger a los niños, niñas y adolescentes migrantes venezolanos y colombianos retornados en situación de vulnerabilidad, incluyendo aquellos no acompañados, separados de sus familias o en riesgo de estarlo, Aldeas Infantiles SOS en Colombia, en el marco del Programa Conectando Caminos por los Derechos de USAID, implementa un #ProyectoSOS para contribuir en la garantía de los derechos de la niñez y las familias migrantes a crecer en familia, y reducir los principales riesgos de protección.

 

“Con este proyecto buscamos contribuir a enfrentar la problemática de desprotección que viven actualmente miles de familias migrantes venezolanas en Colombia, a través del fortalecimiento de sus capacidades de crianza con sus hijos e hijas, del acompañamiento psicosocial y de la orientación para el acceso a servicios para la protección integral y la garantía de sus derechos"

 

Un contexto complejo para crecer en familia

  1. Colombia es el primer país receptor de población refugiada y migrante procedente de Venezuela con más de 1.842.000 personas, de acuerdo a cifras emitidas por Migración Colombia (agosto 2021), hecho que incrementa su nivel de vulnerabilidad y dificulta el acceso a educación, protección, salud, alimentación, trabajo, asistencia e información sobre sus derechos, especialmente, sobre el derecho a crecer en familia.
  2. Las mujeres, niños y niñas, y adolescentes no acompañados y separados, enfrentan las mayores complejidades debido a su edad, a la falta de recursos y, en algunos casos, a la falta de acompañamiento de sus familias para crecer en familia, exponiéndose a riesgos de desprotección como: reclutamiento forzado por parte de grupos armados; tráfico humano; explotación sexual; trabajo infantil; consumo de sustancias psicoactivas; embarazo adolescente; xenofobia y discriminación; violencia sexual; entre otros.
  3. El Valle del Cauca alberga a más de 89 mil migrantes venezolanos y su capital, Cali, a más de 59 mil, siendo una población que se encuentra en situaciones de riesgo al no contar con acceso a servicios básicos de salud y educación; solo el 39% ha conseguido alguna fuente de ingresos en los últimos meses.
  4. En el departamento de Nariño, se estima que hay un número superior a los 14.500 migrantes venezolanos, concentrándose el 45% en Pasto y un 34% en Ipiales, de los cuales 3.243 son niños, niñas y adolescentes.

Sobre Conectando Caminos por los Derechos

Conectando Caminos por los Derechos promueve la justicia y los derechos humanos para migrantes de Venezuela, colombianos retornados y población receptora en Colombia. Es un programa de USAID, implementado por el consorcio integrado por Pact, ABA ROLI, Freedom House e Internews.

Este proyecto es posible gracias al apoyo generoso del pueblo de los Estados Unidos, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El contenido de esta hoja informativa es responsabilidad de Pact y Aldeas Infantiles y no necesariamente refleja el punto de vista de USAID o del gobierno de los Estados Unidos.

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