CUANDO VOLVER TAMBIÉN ES MIGRAR:  TOMA MI MANO, ESPERANZA EN LA MIGRACIÓN INVERSA
julio 24 2025

CUANDO VOLVER TAMBIÉN ES MIGRAR: TOMA MI MANO, ESPERANZA EN LA MIGRACIÓN INVERSA

La migración inversa no es una tendencia aislada, es una realidad urgente. Familias venezolanas que migraron a través del Darién -la selva tropical fronteriza entre Colombia y Panamá- en busca de una mejor calidad de vida en el norte del continente, hoy regresan a Colombia. Muchas de ellas para asentarse en el territorio y otras para transitar hacia otros países de la región, incluido su natal Venezuela.

En los últimos meses, Colombia ha recibido un número creciente de personas migrantes que llegan desde Norteamérica y Centroamérica. Deportadas o retornadas, muchas de ellas se encuentran en situación de alta vulnerabilidad, sin redes de apoyo ni recursos que les permitan estabilizarse en el país o llegar a su país de destino.

En el primer trimestre de 2025, la región del Urabá — subregión geográfica de Colombia, ubicada en un sitio de confluencia entre los departamentos de Antioquia y Chocó en la frontera con Panamá— experimentó un profundo cambio en la dinámica migratoria, marcado por una reducción histórica del 96% en los flujos hacia Norteamérica a través de la selva del Darién y el surgimiento de la migración inversa.

Este fenómeno, impulsado en gran medida por los migrantes venezolanos que no pueden llegar a Estados Unidos debido a las políticas de inmigración, ha llevado a un número creciente de retornados desde Centroamérica. Solo entre febrero y abril de 2025, más de 6.500 personas regresaron por mar.

Esa es la situación que se vive hoy en Turbo, Necoclí y Capurganá, en Antioquia; municipios desde donde partían las familias migrantes hacia el Darién, hoy son receptores de estas mismas familias, pero en contexto de migración inversa.

Aproximadamente 388.240 migrantes están asentados en esta región. De acuerdo con el Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos –GIFMM-, se han identificado diversas necesidades dentro de este grupo poblacional.

Conoce cuáles son los retos y necesidades a las que se enfrenta la población migrante, dando clic aquí.

Esta migración inversa está conformada por niñas, niños, adolescentes, jóvenes, madres solteras y personas adultas mayores que, tras haberlo apostado todo en su trayecto hacia Norteamérica, regresan con menos de lo que tenían al partir. Este retorno viene cargado de duelo, desarraigo y temor, y les enfrenta a nuevos desafíos.

Acción humanitaria a la crisis migratoria en el Urabá

Frente a esta realidad, nuestra acción humanitaria a través de la estrategia Toma mi mano se convierte en una oportunidad. En este 2025 adaptamos nuestra respuesta ante la dinámica cambiante de los flujos migratorios y las diversas necesidades de las poblaciones, manteniendo firme el propósito de trabajar día a día para mejorar la protección e integración de las niñas, niños, adolescentes y familias migrantes, para que encuentren un espacio seguro, de cuidado, dignidad y derechos.

La estrategia impactará de manera directa a 820 participantes entre niños, niñas, adolescentes y sus familias, que se encuentran en tránsito inverso que buscan reasentarse en Colombia o que regresan a Venezuela u otro país sudamericano, así como también población migrante con vocación de permanencia.

 

Para lograr nuestro propósito, implementamos las siguientes acciones:

  1. Entrega de kits con elementos de aseo e higiene personal de primera necesidad, para dignificar el tránsito de las familias, especialmente quienes tienen a su cargo niñez y adolescencia.
  2. Espacios Amigables para la Infancia, que son espacios seguros y protectores para que niñas, niños y adolescentes accedan a educación no formal centrada en: matemáticas, pensamiento lógico, lenguaje, gestión emocional y desarrollo de habilidades de autocuidado y protección.
  3. Sensibilización y orientación para fomentar la autoprotección; los riesgos de protección durante el viaje; derechos y servicios disponibles en los posibles destinos o para el retorno voluntario.
  4. Primeros auxilios psicológicos para las niñas, niños y adolescentes. Apoyo psicosocial.
  5. Desarrollo y fortalecimiento de las capacidades de los padres, cuidadores y familias migrantes asentadas en las comunidades de acogida para el cuidado y la protección de la niñez.
  6. Identificación y activación de ruta de niñez migrante no acompañada o separada (UASC, por sus siglas en inglés).

En el año 2024 también estuvimos presentes en esta región de Colombia para dar respuesta a la crisis migratoria por la selva del Darién de las familias que se movilizaban hacia Centro y Norteamérica. Conoce nuestra labor e impacto en el especial web: Niñez al límite, la travesía del Darién.

 

Aldeas Infantiles SOS es una ONG con presencia global. En Colombia trabaja en varias regiones del país donde brinda apoyo e impulsa los proyectos de vida en niñas, niños, adolescentes y jóvenes; así mismo fortalece las capacidades de cuidado, protección y crianza de familias en situaciones de vulnerabilidades.  

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